domingo, 27 de diciembre de 2009

¿Sabemos lavar nuestro cabello?

Tenemos entre 80.000 y 120.000 pelos en la cabeza, la pena es que con los años, el estrés, la genética, el secador, la plancha, tintes varios, permanentes, tirones, mala alimentación, la falta de sueño, etc...el cabello se va resintiendo y se va cayendo y estropeando. ¿Qué podemos hacer llegados este punto?. Bueno lo primero es saber que el cabello tiene "vida" y por tanto puede responder positivamente a nuestros cuidados, eso sí, los cabellos que hayamos perdido o nos hacemos un implante o mejor nos olvidamos de ellos ya que no se va a repoblar nuestra cabeza como por arte de magia, hay que ser realistas.
Una regla básica es saber que el cabello hay que lavarlo cuando esté sucio/graso, no es malo para nada lavar la cabeza a diario, siempre que se utilicen productos adecuados a nuestro tipo de pelo y lo más suaves posibles. Cuando el cabello está sucio, la grasa tapona el folículo piloso por donde nace y al obstruirse puede producir la caida del mismo.
Debemos usar un champú específico para nuestro tipo de cabello, y yo recomendaría lo más neutro posible. Con una pequeña cantidad, del tamaño de una nuez es suficiente para un primer lavado. En este primer lavado se arrastra la mayor parte de la suciedad, se realiza masajeando principalmente el cuero cabelludo con las yemas de los dedos, nada de rascar con las uñas. El masaje estimula los folículos del pelo y el músculo erector del cabello, lo que contribuye a limpiar más profundamente y a regar de sangre toda esa zona, con lo cual estará mejor nutrido. Se aclara el cabello y se da una segunda friega de champú, está vez es un simple masaje por el largo del cabello. A continuación os recomiendo usar SIEMPRE una mascarilla o un acondicionador, es vital reducir al mínimo los enredos y de paso hidratar y nutrir el cabello.

La mascarilla la dejaremos puesta entre 1 y 2 minutos por norma general y procederemos a aclararnos de forma exhaustiva. Sería estupendo acabar el aclarado con un chorro de agua fría, para cerrar las cutículas del cabello y potenciar su brillo.
El siguiente paso es secar el pelo. Bien, pues cogeremos una toalla que sea bastante absorvente y envolveremos en ella el cabello, sin estrujarlo para eliminar el exceso de agua, ya que esto produce la rotura de cabellos, debido a que en estos momentos en que está mojado está especialmente delicado. Cuando notemos que ya no hay humedad, podemos usar un acondicionador en spray sin aclarado o una leche de peinado, generalmente los aplicaremos de medios a puntas para no engrasar la raíz.
Y ahora viene lo más importante, atención chicas tomar nota y respirar hondo... debemos desenredar el cabello con los dedos suavemente, nada de meter directamente el cepillo y dar tirones a lo bestia. Debemos ir poco a poco deshaciendo enredos y finalmente con un cepillo de puas anchas cepillarlo. A continuación podéis usar el secador, a una distancia prudente, no os aconsejo acercarlo mucho al cabello, y con una temperatura adecuada.
Otro tema que me parece vital es que muchas usamos gomas elásticas para sujetar el cabello. Bien, yo os recomiendo las pinzas para este fin, ya que rompen menos el pelo y le producen menos daño al no estar tan tirantes.
Y ahora un truco estupendo para cuando os apetezca cuidaros con detalle. Cuando os hayáis lavado el cabello y os hayáis puesto la mascarilla, podéis hacer lo siguiente. Cogéis una toalla vieja, la mojáis en agua, la escurrís, la metéis en un bol de plástico en el microondas un ratito hasta que esté caliente, no hace falta que salga humo y la envolvéis sobre el cabello con la mascarilla aplicada unos cinco minutos mínimo. El calor de la toalla húmeda, hace que la mascarilla penetre en profundidad en la cutícula del pelo, reparando de forma más eficaz el mismo. Luego eso sí, aclarar a conciencia.
Os iré dando próximamente consejitos para peinaros y trucos para nutrir el cabello de forma natural, os sorprenderá.

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