
Las muestras del pelo se envían a un laboratorio clínico donde los técnicos usan un procedimiento de lavado especiales para quitar los contaminantes externos, después de lo cual el cabello es pesado y licuado. Este cabello líquido es analizado por medio de un espectrofotómetro para obtener un indicativo de la cantidad de mineral existente en la muestra de cabello.
Este tipo de análisis está abundando en la actualidad, sin embargo, sólo debería realizarlo un dermatólogo, existe intrusismo y debemos ser precavidas.

Tambien es bueno tener en cuenta ciertos alimentos que deberíamos vigilar:
Sal: los experimentos de laboratorio han demostrado que cuando ciertos animales son alimentados con excesiva sal en su dieta, pierden el apetito y el pelo. Así que intenta reducir el consumo de ésta, no la elimines por completo, especialmente la yodada, que es buena para el bocio, la clave está en no abusar de ella.
Harina blanca y azúcar blanca: ambos son carbohidratos refinados, lo cual significa que han sido cambiados de su estado natural por un proceso de refinado que los ha desprovisto literalmente de su valor dietético. Siempre que sea posible, sustituye el azúcar blanco por azúcar moreno, miel o similares.
Intenta también no fumar, ya que impide la correcta circulación y esto resulta primordial para un crecimiento conveniente del cabello, ya que la corriente sanguínea transporta elementos nutritivos a los folículos pilosos, y ellos producen los cabellos.
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