En el post de hoy os hablaré de una mujer que se ajusta perfectamente al arquetipo de Femme Fatale, se trata de Wallis Simpson, la norteamericana que hizo abdicar al futuro rey de Inglaterra.

Wallis nació en el seno de una familia de clase media en Estados Unidos en 1895, a pesar de ello, siempre se comportaba como si perteneciese a la clase poderosa y rica de su país. Wallis era una joven de rostro extraño, ojos azules y extremadamente delgada, a ella pertenece la frase "nunca se es demasiado delgada, ni demasiado rica". En el instituto sus compañeras la recordaban buscando siempre la compañía de hombres que estaban en niveles sociales elevados, a quienes seducía con sus aires de grandeza, su picardía y el descaro con que reía sus chistes obscenos.

Cuando Eduardo conoció a Wallis, ésta estaba casada con su segundo marido Ernest Simpson, un famoso empresario que acabó arruinado por culpa de su mujer. En aquella época Eduardo estaba fascinado con la forma de hablar y de actuar de Wallis, más que amor, se habla de obsesión por estar a su lado, se hicieron amantes y con el tiempo Eduardo le insistió en que se divorciara y se casara con él.
Dicen que su primer marido la educó sexualmente en un prostíbulo de China y que cuando conoció a Eduardo, enseguida se dio cuenta de que era masoquista y disfrutaba siendo sometido, se comenta que lo maltrataba y que llegó a convertirlo en su marioneta.

En el año 1936 Eduardo anuncia su futura boda con Wallis, cuya condición de norteamericana, plebeya y divorciada y provocan una crisis tan grave que le obliglan a abdicar del trono.
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