Hoy os propongo una limpieza casera, para la que sólo nos harán falta los siguientes elementos:
-1 cazuela pequeñita o cazo grande
-una toalla para poner alrededor de la cabeza
-exfoliante
-mascarilla de arcilla

A continuación, nos acercaremos lo suficiente al vapor como para notar que nuestra piel "suda" y elimina toxinas e impurezas, con cuidado de no quemarnos. Permaneceremos así unos cinco minutos o hasta que se vaya el vapor por completo, según lo que aguantéis o prefiráis.
El siguiente paso es lavar la piel con agua tibia, ya que no queremos cerrar del todo los poros, podemos mezclar esta agua tibia con un exfoliante ligero. La misión del exfoliante es limpiar profundamente, no arañar esta capa tan delicada de la piel, por lo que no "frotéis" en exceso.
Nos aclararemos bien y secaremos con cuidado.

La arcilla se aplica con la piel seca, una vez puesta, notaréis a medida que transcurren los minutos, (unos 10), como la piel os "tira", esto es completamente normal chicas, no os asustéis.
Una vez transcurrido el tiempo de espera, la retiraréis con agua calentita, y para cerrar definitivamente los poros, os podéis aclarar al final con agua fría o con un tónico de rosas, que tiene funciones astrigentes y calmantes.

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