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jueves, 28 de enero de 2010

El plano inclinado

Hoy voy a compartir con vosotras, unos de los secretos más extravagantes de las estrellas del antiguo Hollywood, y que aún hoy se sigue poniendo en práctica.

Se sabe que el simple hecho de ponerse boca abajo, tanto haciendo el pino, como aprovechándonos de los nuevos artilugios de gimnasia que existen (plano inclinado), resulta sumamente beneficioso como ritual de belleza.
Desafiar la gravedad de esta manera puede hacer que nuestra piel mejore su aspecto y nuestro cabello se nutra correctamente, gracias a que se irriga de sangre ( y por tanto nutrientes) esta zona de nuestro cuerpo.
De hecho hay quien tras probarlo asegura que su cabello está más grueso, fuerte y abundante, e incluso ha conseguido volver el color natural, a un cabello encanecido prematuramente por el estrés. (Tened en cuenta que el estrés hace que se contraigan los músculos que rodean el cuello y por tanto no llegan los nutrientes con la misma facilidad).
La piel también se ve beneficiada por estar boca abajo, se ve más hidratada, nutrida, joven. Por supuesto, si se practica con regularidad.
Este tipo de aparatos se puede comprar por internet o lo podéis usar en algunos gimnasios que lo tienen en la sala de máquinas.
Yo de hecho lo solía usar en un gimnasio municipal en Gijón, el de la Arena para más señas, me colocaba boca abajo unos 15 minutos en el plano inclinado y quedaba como nueva. En los primeros segundos, notas como todo el torrente sanguíneo invade tu rostro, luego en mi caso, sentía como la columna se recolocaba y se relajaba, y a continuación, me invadía una sensación increible de relax, de hecho se me iba es estrés como por arte de magia. Cuando me iba incorporando, lo hacía muy despacito, poco a poco, y me quedaba quieta cerca de un minuto para no marearme.
Creo que un plano inclinado es un aparato imprescindible para realizar este ejercicio, tened en cuenta que os sujeta los pies con seguridad y no hay posibilidad de caerse. Por el contrario, si hacéis el pino, estaréis pendientes de mantener la postura y no os relajaréis tanto, además que estaréis haciendo fuerza con las manos o cabeza. Por eso el plano es genial, os olvidáis de todo y simplemente disfrutáis de la paz que produce.
Eso sí, no os pongáis boca abajo en los siguientes casos: si estáis embarazadas, si tenéis la regla, si padecéis hipertensión o enfermedades coronarias, si os habéis sometido a una operación en la retina.
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