Femme Fatale 2: Carla Bruni

A principios de los años 90 yo era una cría y recuerdo que me apasionaba ya el mundo de la belleza y la moda. Seguía siempre que podía las revistas de tendencias, los desfiles de los grandes modistos por televisión en diferentes ciudades como Milán, París o Nueva York. De aquella época, la de las supermodelos, recuerdo a unas cuantas chicas que me fascinaban, una de ellas era una, en apariencia, tímida y misteriosa Carla Bruni. Volví a saber mucho tiempo después de Carla gracias a su música (que por cierto es una delicia) y luego debido a su matrimonio con Sarkozy.

De Carla Bruni hipnotiza su manera de caminar, es elegantísima, hacen gracia sus gestos, en numerosas ocasiones un poco afectados, enamora su voz sensual, su sonrisa perfecta, su saber estar... y también se la conoce por su fama de Femme Fatale.

He recopilado una serie de frases sacadas de diferentes publicaciones donde ella misma se define:

-Fidelidad: Soy fiel...¡a mí misma!. La monogamia me aburre. El amor dura mucho tiempo, pero el deseo ardiente, dos o tres semanas.

-Iniciativa: No estoy habituada a que vengan a mí. Incluso en el trabajo, siempre voy por delante de las cosas.

-Pareja: Jamás me siento en pareja, aunque le quiera y viva con él. Como los hombres, sé muy bien compartimentar.

-Sensibilidad: A veces me invaden sentimientos como la responsabilidad, la culpabilidad y el remordimiento. Luego se pasa y vuelvo a ser ese kamikaze ¡que solo quiere vivir!

-Autocontrol: Domino mi cuerpo, aunque ninguna mujer pueda decirlo. Es mi aliado, me es útil y le escucho.

Su propia hermana dice de ella que cuando Carla quiere algo, simplemente lo coje.

A todos nos suenan sus romances con Kevin Costner, Eric Clapton, Mick Jagger, Vicent Perez, Donald Trump, como véis todos ellos personajes famosos e importantes.

Una de sus frases más célebres es la de "¡Quiero un hombre con poder nuclear!", es evidente que a Carla le atraen los hombres poderosos ( pero también debo decir que ella misma es una mujer riquísima, posee una gran fortuna).

En estos momentos la conocemos todos por ser la esposa del presidente de Francia, pero su romance más sonado fue el que os voy a narrar a continuación.

A finales de los años 90, Carla se casó con Jean -Paul Enthoven, un conocidísimo editor francés que en aquel entonces contaba con unos 60 años. El problema vino cuando Carla comenzó a tontear con el hijo de éste, llamado Raphaël, unos años menor que ella y casado con Justine Lèvy.

El resultado fue la separación de Raphaël y Justine, el intento de suicidio de ésta y la nueva unión entre Carla y Raphaël, de la que nace un niño, Aurélien.

Como venganza Justine (hija de un famoso filósofo francés) escribió un libro, "Y la vida sigue" , donde cuenta al detalle como una modelo que es Carla, alias Terminator, le roba a su marido.

Justine cuenta en su libro como ocurrió todo: "Carla siempre decía que su marido Jean-Paul, era el hombre de su vida, siempre se reía, estaba llena de entusiasmo, parecían quererse y divertirse juntos. Sin embargo, yo sentía celos de Carla. Ella estaba casada con el padre de Raphaël, y recuerdo la mañana que la vimos llegar por primera vez a la casa familiar. Era el tipo de chica el mundo es mío y los tíos también. No sé, ella estaba con Jean-Paul, pero yo la veía haciéndose la interesante y la inocente en la playa, en la cafetería, en la mesa. La veía hacer carantoñas, ligar con todos los hombres de los alrededores. Tan pasional, tan seductora... La veía hermosa y peligrosa. De rostro pétreo, como una escultura de cera. Cuando sonreía, una especie de desplazamiento de sus labios descubría sus dientes, perfectamente tallados, todos iguales. Me parecía bella y biónica, tenía mirada de asesina. La complicidad entre Carla y Raphaël inquietaba un poco, había demasiada confianza, se ponían protección solar en la espalda o cantaban juntos después de cenar. Ella a mí me llamaba "Culo Bonito". ¿Qué tal culo bonito?. Un día me crucé con ella en la piscina. Con su sonrisa a lo Terminator y su rostro conservado en formol me dijo: No importa lo que diga esa gente. Esos cerdos van diciendo que me acuesto con tu marido. Sois tan monos los dos, hacéis tan buena pareja. Hay que ser un sinvergüenza para destruir tanta felicidad. Es tan difícil encontrarla..."

Evidentemente al poco tiempo Justine y Raphaël se separaron y éste se fue a vivir con Carla, separada también de Jean-Paul. Justine sufrió una grave depresión que la llevó a intentar suicidarse. Carla por su parte se quedó embarazada y al dar a luz llamó a Justine para decirle que era el día más feliz de su vida, que había tenido un hijo con Raphaël.

En fin, desde aquí no pretendo juzgar a nadie, como os decía en el anterior post de Femme Fatale, simplemente quiero compartir estas historias con vosotras.

Desde luego a mí Carla me encanta como modelo y cantante, también creo que es perfecta para su papel de primera dama, eso sí, no querría tenerla cerca de mi pareja :)

Espero que os haya resultado entretenido este segundo post de mujeres fatales.